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jueves, 7 de mayo de 2009

La Pobreza según el Banco Mundial

Panorama general:
  • Nuevos cálculos del Banco Mundial indican que unas 1.400 millones de personas vivían por debajo de la línea internacional de pobreza de US$1,25 al día en 20051, esto es, el equivalente al 25% de la población del mundo en desarrollo. Estas cifran reemplazan cálculos anteriores de la pobreza -US$1 al día- y se basan en un nuevo umbral de pobreza extrema formulado por el Programa de Comparación Internacional (PCI) 2005, que presenta más y mejores datos sobre las paridades del poder adquisitivo en todo el mundo.
  • La reducción de la pobreza en el transcurso del tiempo sigue siendo tan significativa con la nueva línea de pobreza como con la antigua. La incidencia de la pobreza disminuyó de 52% de la población mundial en 1981 a 42% en 1990 y a 26% en 2005. Sin embargo, debido a desfases en la disponibilidad de datos de encuestas, estos nuevos cálculos no incluyen el efecto del reciente aumento en el precio de los alimentos y del combustible.
  • Si se mantienen las tendencias actuales, se lograría el primer objetivo de desarrollo del milenio (ODM) de reducir la pobreza extrema de 1990 a la mitad antes de 2015. No obstante, también significa que 1.000 millones de personas todavía vivirán con US$1,25 al día o menos en esa fecha.
  • Si se aplica la nueva línea internacional de pobreza de US$1,25 al día a los precios de 2005, la disminución de la pobreza continúa siendo muy desigual entre las regiones. Por ejemplo, Asia oriental y el Pacífico avanzó en forma notable -encabezada por China- en la caída de la incidencia de la pobreza de 80% a 18% durante el período de 1981 a 2005. En el otro extremo se encuentra la región de África al sur del Sahara, donde la tasa de pobreza se mantenía igual en 50% en 2005, sin disminuir desde 1981. Sin embargo, la región recientemente mostró señales alentadoras de avance. Si bien la incidencia de la pobreza de personas que viven con menos de US$1,25 se redujo de 58% en 1996 a 50% en 2005, este avance no fue suficiente para reducir el número de pobres.
  • Los países desarrollados y en desarrollo necesitan redoblar sus esfuerzos para disminuir la pobreza y alcanzar los ODM con estrategias de desarrollo impulsadas por ellos mismos. Para este fin, deben crear un entorno más propicio para el crecimiento, intensificar el desarrollo humano y la infraestructura y mejorar los mecanismos destinados a aliviar el efecto de las crisis económicas.

Pobreza: Cálculos actuales y perspectivas

Como resultado del nuevo umbral calculado por el PCI 2005, los pobres en el mundo en desarrollo aumentaron de unos 1.000 millones en 2004, según la línea de pobreza anterior de US$1 al día (que además tomaba en cuenta los precios de 1993), a 1.400 millones en 2005. Esto se debe a que el PCI 2005 constató que el costo de la vida en el mundo en desarrollo era más alto que lo estimado en 1993. Además, se tomaron en consideración las variaciones en la calidad del consumo entre los países. La nueva línea de pobreza internacional de US$1,25 al día por persona (con los precios de 2005) es el promedio de las líneas de pobreza de los 15 países más pobres del mundo.

Entre 1981 y 2005, el porcentaje de la población que vivía con menos de US$1,25 al día en el mundo en desarrollo se redujo a la mitad: de 52% a 26%. Esto significó la disminución sostenida de un punto porcentual al año en la tasa agregada de pobreza y contrajo el número de pobres en 500 millones (de 1.900 millones a 1.400 millones) entre 1981 y 2005. Si se mantiene este ritmo, el mundo en desarrollo en general podrá lograr el primer objetivo de desarrollo del milenio de reducir la tasa de pobreza de 1990 a la mitad antes de 2005.

El descenso de la pobreza es bastante desigual entre las regiones (Figura 1). El número de pobres disminuyó en Asia oriental, pero aumentó en todas las demás regiones (Figura 2). Si bien Asia oriental tenía la incidencia de pobreza más alta del mundo en el decenio de 1980 (8% de la población vivía con menos de US$1,25 al día en 1981), la tasa de pobreza cayó a 56% en 1990 y a 18% en 2005. Esto también significa que esta región ya cumplió el objetivo de reducir la pobreza extrema a la mitad entre 1990 y 2015. En China solamente, el número de personas en situación de pobreza se redujo en unos 600 millones entre 1981 y 2005. En el resto de los países en desarrollo, la tasa de pobreza cayó de 40% a 29% durante el período de 1981 a 2005, a pesar de que el número total de pobres se mantiene igual, en torno a los 1.200 millones.

Figura 1.
Incidencia de la pobreza de US$1,25 al día o menos, 1981-2005

IB Pobreza Figura 1

Figura 2.
Tasas de pobreza en el mundo en desarrollo, 1981-2005

IB Pobreza Figura 2

En el otro extremo está África al sur del Sahara, donde el porcentaje de personas que vive con menos de US$1,25 al día se mantuvo inamovible en torno al 50% entre 1981 y 2005 (Figura 1). A pesar de que entre 1999 y 2004 hubo una disminución de 4,7 puntos porcentuales en la cantidad de personas que viven en pobreza extrema, 31% de los africanos todavía vivirá en esa situación en 2015, según indican proyecciones hechas sobre la base de datos actuales. Esta cifra es mucho mayor que la meta de los ODM de 23%. Por su parte, la cantidad de personas que vive con menos de US$1,25 casi se duplicó durante el mismo período, de unos 200 millones a 380 millones (Figura 2). Para equiparar la reducción de la pobreza en África con la del resto del mundo, será fundamental mejorar el crecimiento económico y el acceso a servicios básicos que permitan a los pobres ser partícipes del proceso de crecimiento de su continente.

En Asia meridional, la tasa de pobreza se redujo de 60% a 40% entre 1981 y 2005. No obstante, el aumento de la población impidió que disminuyera el número de pobres en la región (Figuras 1 y 2). De manera similar, dicho índice cayó en América Latina y el Caribe y en Oriente Medio y Norte de África en el mismo período. Pero nuevamente, el número de pobres se mantuvo estático. No obstante, a pesar del aumento de la incidencia de la pobreza y de la cantidad de pobres en Europa oriental y Asia central, desde fines del decenio de 1990 se observan algunos avances esperanzadores.

La línea de pobreza de US$1,25 al día es el parámetro de comparación de la pobreza en los países más pobres del mundo. La aplicación de la línea más moderada de US$2 al día por persona, que es la línea de pobreza media para todos los países en desarrollo, es más idónea para países de ingreso mediano y regiones como América Latina y Europa oriental. El porcentaje de la población mundial que vive con menos de US$2 al día (según precios de 2005) disminuyó de 70% en 1981 a 48% en 2005. Sin embargo, la cifra de las personas que viven por debajo del nivel de US$2 al día se mantuvo en torno a los 2.500 millones entre 1981 y 2005.

En todas las regiones, el riesgo de un aumento de la vulnerabilidad ante crisis económicas es considerable. Los cálculos del Banco indican que entre 1981 y 2005, la cantidad de personas que viven con entre US$1,25 y US$2 se duplicó de unos 600 millones a 1.200 millones. Quienes viven justo por encima de la línea de pobreza son especialmente vulnerables al efecto del aumento del precio de los alimentos y los combustibles y a las consecuencias del cambio climático. Un cálculo sugiere que el aumento en los precios de los alimentos puede haber incrementado la cantidad de pobres en 105 millones sólo entre 2005 y 20072. Este aumento puede también intensificar la desigualdad. Por ejemplo, la tasa efectiva de inflación que enfrentan los pobres de América Latina es superior en tres puntos porcentuales a la tasa oficial y podría resultar en la profundización de la brecha entre ricos y pobres3.

Lucha contra la pobreza

El objetivo primordial del trabajo del Banco Mundial en más de 100 países es la lucha contra la pobreza. Mientras unos 1.400 millones de personas viven con menos de US$1,25 al día, otros 2.600 millones lo hacen con menos de US$2. Además de causar hambre y malnutrición, la pobreza deja a las personas en situación de vulnerabilidad ante crisis económicas, como el aumento en los precios de los alimentos y combustibles, el cambio climático y los desastres naturales, la violencia y la delincuencia. Además, los pobres con frecuencia carecen de acceso a educación, a servicios de salud adecuados y a agua potable y saneamiento.

Para reducir la pobreza, el Banco respalda el diseño y la aplicación de estrategias de reducción de la pobreza formuladas por los propios países y ofrece diversos instrumentos analíticos y crediticios que tienen como objetivo ampliar las oportunidades de crecimiento y reducir la vulnerabilidad ante crisis económicas. También busca mejorar la capacidad de los hogares más pobres para participar en el crecimiento por medio del acceso a mejores servicios básicos, redes de seguridad social, infraestructura y otras oportunidades productivas, así como a través de instituciones más transparentes y responsables.

Cuando faltan menos de 10 años para el 2015, el logro de estos objetivos mundiales es un desafío enorme. Además, mejorar el crecimiento inclusivo es clave para las tareas de reducción de la pobreza, puesto que se espera que el crecimiento del PIB mundial real disminuya de 3,7% en 2007 a 2,7% en 2008 y 3% en 20094.

Estrategias de desarrollo impulsadas por los países

Es esencial basar las medidas destinadas a alcanzar los ODM en estrategias de desarrollo impulsadas por los países a fin de lograr un aumento coherente y efectivo de los avances en desarrollo. En el marco de una visión de desarrollo de largo plazo, estas estrategias deben fijar metas de mediano plazo (adaptadas a las circunstancias de cada país) para alcanzar los ODM y los resultados de desarrollo relacionados. Además, deben definir planes y prioridades claros a nivel nacional para cumplir tales metas y crear nexos entre el conjunto de programas de políticas y los marcos fiscales a mediano plazo.

Hasta agosto de 2008, 61 países de ingreso bajo habían formulado sus Estrategias de lucha contra la pobreza. Por otra parte, el Banco Mundial coordina las actividades de sus Estrategias de asistencia a un país (EAP) con estos planes nacionales a fin de mejorar la eficacia de su ayuda.

Por otra parte, las estrategias nacionales también sirven de base para la armonización con otros asociados en la tarea del desarrollo. El trabajo conjunto con varios de ellos fue especialmente significativo para maximizar las tareas de lucha contra la pobreza. Un ejemplo es la estrecha colaboración entre el Banco Mundial y los organismos de Naciones Unidas en la aplicación de una estrategia común para hacer frente a la crisis de los alimentos. Y la colaboración con otros asociados en el desarrollo será fundamental en el ámbito del cambio climático para impulsar el avance de las iniciativas de la lucha contra la pobreza.

Crecimiento inclusivo

La información disponible a la fecha indica que, para lograr una reducción sostenida de la pobreza, las estrategias deben contener medidas que fomenten el crecimiento económico rápido y sostenido. Sin embargo, el crecimiento por sí sólo no explica todas las variaciones en la disminución de la pobreza, debido a que la desigualdad influye en el ritmo al cual el crecimiento se traduce en reducción de la pobreza. En ese sentido, el crecimiento reduce la pobreza con menos eficiencia en países donde hay una alta desigualdad inicial o donde el patrón de crecimiento favorece a los más acaudalados.

Con el fin de acelerar la reducción de la pobreza, es necesario abordar las limitaciones específicas que impiden que los hogares pobres participen del crecimiento y se beneficien de él. Esto exige que los gobiernos se esfuercen por proporcionar las condiciones básicas necesarias para lograr un crecimiento de amplia base en las regiones y sectores donde viven y trabajan los pobres.

El análisis específico de las condiciones de un país puede ayudar a identificar las principales limitaciones que impiden el crecimiento compartido, sean de índole macroeconómica, de capital físico o humano o institucional, para luego abordarlas por medio de planes de trabajo secuenciales.

Si se acompañan de sistemas y procesos que apoyen la toma de decisiones informada y una fuerte responsabilidad nacional, estas medidas pueden fomentar el uso más efectivo de los recursos nacionales y de los flujos de ayuda destinados a la lucha contra la pobreza.


[1] Para más detalles, vea Chen y Ravallion, 2008.
[2] Ivanic y Martin, 2008.
[3] Rising Global Food Prices - the World Bank's LAC Region Position Paper, 2008 (Aumento del precio mundial de los alimentos. Documento de posición de la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial).
[4] Resumen de proyecciones, 2006 -2010. DECPG, Banco Mundial.

Para más información sobre la pobreza, visite: www.worldbank.org/poverty i
Para los últimos estudios sobre pobreza, visite: http://econ.worldbank.org/programs/poverty i

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