De acuerdo al último informe de FAO sobre “El Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo, 2006 (SOFI)”, el 10% de la población de América Latina y el Caribe sufre de subnutrición. A pesar de que desde el periodo 1990-92 al 2001-03 el número de subnutridos ha disminuido de 59,4 millones a 52,4 millones (13% a 10% de la población), el progreso varía considerablemente en cada una de las subregiones.
Mientras que en América del Sur el porcentaje de subnutridos ha disminuido de 14% a 9% de su población, y en el Caribe de 27% a 21%, en América Central la prevalencia de la subnutrición ha subido del 17% al 20%. En México, la proporción de subnutridos se ha mantenido igual (5%), pero el número real de personas subnutridas ha aumentado hasta llegar a los 5,1 millones. Es de indicar que la región alberga al 6% de la población total de subnutridos que existen en todos los países en desarrollo del mundo (820.2 millones de personas).
De 1990-02 a 2001-03, países como Cuba, Perú y Guyana ya han podido cumplir los Objetivos del Milenio, y otros como Chile y Uruguay se acercan a esa meta. Ecuador y Jamaica han disminuido su población de subnutridos en casi 25%, mientras que Suriname y Brasil muestran un progreso similar. Sin embargo, se ha visto un aumento preocupante del hambre en muchos países de la Región, especialmente en Centroamérica. Aunque se ha generado una reducción en el número de personas subnutridas, Haití sigue siendo el país más afectado por el hambre: el 47% de su población sufre de subnutrición.
En su conjunto, América Latina y el Caribe es uno de los principales productores de alimentos a nivel mundial, y cuenta con un ingreso de calorías per capita superior a Asia y el Pacífico y la región de África Subsahariana. Sin embargo, uno de los factores primordiales para explicar la situación de inseguridad alimentaria en la región tiene que ver con la enorme inequidad económica, lo que se refleja en la dificultad que sufren grandes sectores de la población para poder acceder a los alimentos necesarios. Esta inequidad causa un reparto disparejo en los frutos del crecimiento económico y funciona como un freno a la reducción de la pobreza.
En comparación con otras regiones en desarrollo, América Latina y el Caribe es más urbanizada, aunque sigue contando con una numerosa población rural, lugar donde se concentra la mayor parte de la pobreza extrema y la inseguridad alimentaria. Por lo anterior, el desarrollo del mundo rural y de la agricultura debe ser una prioridad para toda la Región, con especial énfasis en la agricultura familiar y los pequeños productores. Este sector fundamental de la economía, debe desarrollarse enfrentando los cambios en el precio de los alimentos, la competencia de las grandes empresas agroalimentarias y la injerencia cada vez mayor de los supermercados. Asegurar el acceso de la pequeña y mediana agricultura a recursos, tierras, capital, tecnología y educación son pasos fundamentales para mejorar los niveles de vida y la seguridad alimentaria de millones de personas.
Fuente :http://www.agropecuaria.org/agropecuaria/FaoInseguridadAlimentariaAL.htm
Mientras que en América del Sur el porcentaje de subnutridos ha disminuido de 14% a 9% de su población, y en el Caribe de 27% a 21%, en América Central la prevalencia de la subnutrición ha subido del 17% al 20%. En México, la proporción de subnutridos se ha mantenido igual (5%), pero el número real de personas subnutridas ha aumentado hasta llegar a los 5,1 millones. Es de indicar que la región alberga al 6% de la población total de subnutridos que existen en todos los países en desarrollo del mundo (820.2 millones de personas).
De 1990-02 a 2001-03, países como Cuba, Perú y Guyana ya han podido cumplir los Objetivos del Milenio, y otros como Chile y Uruguay se acercan a esa meta. Ecuador y Jamaica han disminuido su población de subnutridos en casi 25%, mientras que Suriname y Brasil muestran un progreso similar. Sin embargo, se ha visto un aumento preocupante del hambre en muchos países de la Región, especialmente en Centroamérica. Aunque se ha generado una reducción en el número de personas subnutridas, Haití sigue siendo el país más afectado por el hambre: el 47% de su población sufre de subnutrición.
En su conjunto, América Latina y el Caribe es uno de los principales productores de alimentos a nivel mundial, y cuenta con un ingreso de calorías per capita superior a Asia y el Pacífico y la región de África Subsahariana. Sin embargo, uno de los factores primordiales para explicar la situación de inseguridad alimentaria en la región tiene que ver con la enorme inequidad económica, lo que se refleja en la dificultad que sufren grandes sectores de la población para poder acceder a los alimentos necesarios. Esta inequidad causa un reparto disparejo en los frutos del crecimiento económico y funciona como un freno a la reducción de la pobreza.
En comparación con otras regiones en desarrollo, América Latina y el Caribe es más urbanizada, aunque sigue contando con una numerosa población rural, lugar donde se concentra la mayor parte de la pobreza extrema y la inseguridad alimentaria. Por lo anterior, el desarrollo del mundo rural y de la agricultura debe ser una prioridad para toda la Región, con especial énfasis en la agricultura familiar y los pequeños productores. Este sector fundamental de la economía, debe desarrollarse enfrentando los cambios en el precio de los alimentos, la competencia de las grandes empresas agroalimentarias y la injerencia cada vez mayor de los supermercados. Asegurar el acceso de la pequeña y mediana agricultura a recursos, tierras, capital, tecnología y educación son pasos fundamentales para mejorar los niveles de vida y la seguridad alimentaria de millones de personas.
Fuente :http://www.agropecuaria.org/agropecuaria/FaoInseguridadAlimentariaAL.htm
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