La Paz, 13 oct (ABI).- Expertos internacionales debatieron el miércoles sobre el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria en un foro organizado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Los expertos analizaron el desarrollo agrícola a nivel mundial, la tendencia de los mercados, la creciente demanda de alimentos y las ventajas de la biotecnología para garantizar la seguridad alimentaria a nivel mundial y en Bolivia.
"Estamos tratando de trabajar con la biotecnología que puede traerse al mercado boliviano. Bolivia tiene la capacidad para implementar esta tecnología, de hecho ya se la utiliza en la soya, porque el 90 por ciento de lo que se produce es con esa tecnología", explicó René Castedo, presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA).
Dijo que la biotecnología se la ha utilizado en un inicio en la medicina y en los fármacos, por lo que ya se está trabajando en ciertos productos de origen vegetal para producir insulina, además se habla de híbridos resistentes o más adaptados a condiciones de sequía y productos resistentes a las plagas, esto para garantizar la soberanía y seguridad alimentaria.
Castedo, quien participó del foro, dijo que el rol que jugará la biotecnología para disminuir el hambre mundial es el más importante para desarrollar la frontera agrícola.
"Todas esas tecnologías van a ser utilizadas para que se amplíe la frontera agrícola en zonas donde ahora no se puede cultivar, como pueden ser maíces resistentes a insectos y otras tecnologías que puedan acompañar la producción de alimentos que garanticen la seguridad alimentaria", señaló.
Castedo mencionó que cada día que pasa, la población mundial aumenta y al momento ya son más de 900 millones de personas que padecen hambre debido a que aún no existen soluciones sostenibles para evitar una crisis alimentaria global.
Aseguró que las políticas de seguridad alimentaria están pensadas en el mediano y largo plazo, por lo que deben ser coordinadas con el sector privado para mantener una estabilidad en la producción que garantice el alimento a la población, con precios accesibles para todos los estratos sociales.
"En el último tiempo hay un mayor acercamiento de las autoridades con los empresarios y nosotros que nos sentamos a coordinar que las políticas públicas estén acordes para que la productividad no disminuya", señaló.
Los expertos analizaron el desarrollo agrícola a nivel mundial, la tendencia de los mercados, la creciente demanda de alimentos y las ventajas de la biotecnología para garantizar la seguridad alimentaria a nivel mundial y en Bolivia.
"Estamos tratando de trabajar con la biotecnología que puede traerse al mercado boliviano. Bolivia tiene la capacidad para implementar esta tecnología, de hecho ya se la utiliza en la soya, porque el 90 por ciento de lo que se produce es con esa tecnología", explicó René Castedo, presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA).
Dijo que la biotecnología se la ha utilizado en un inicio en la medicina y en los fármacos, por lo que ya se está trabajando en ciertos productos de origen vegetal para producir insulina, además se habla de híbridos resistentes o más adaptados a condiciones de sequía y productos resistentes a las plagas, esto para garantizar la soberanía y seguridad alimentaria.
Castedo, quien participó del foro, dijo que el rol que jugará la biotecnología para disminuir el hambre mundial es el más importante para desarrollar la frontera agrícola.
"Todas esas tecnologías van a ser utilizadas para que se amplíe la frontera agrícola en zonas donde ahora no se puede cultivar, como pueden ser maíces resistentes a insectos y otras tecnologías que puedan acompañar la producción de alimentos que garanticen la seguridad alimentaria", señaló.
Castedo mencionó que cada día que pasa, la población mundial aumenta y al momento ya son más de 900 millones de personas que padecen hambre debido a que aún no existen soluciones sostenibles para evitar una crisis alimentaria global.
Aseguró que las políticas de seguridad alimentaria están pensadas en el mediano y largo plazo, por lo que deben ser coordinadas con el sector privado para mantener una estabilidad en la producción que garantice el alimento a la población, con precios accesibles para todos los estratos sociales.
"En el último tiempo hay un mayor acercamiento de las autoridades con los empresarios y nosotros que nos sentamos a coordinar que las políticas públicas estén acordes para que la productividad no disminuya", señaló.
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