De acuerdo con los datos del INE, haciendo un seguimiento de los principales alimentos que conforman la canasta familiar desde diciembre de 2006 hasta diciembre de 2010, estos tuvieron un incremento de un 109%, siendo la yuca el producto más inflacionario con un 456%, pues de las tres libras que en 2006 costaba Bs 1,50 en 2010 su precio llegó a Bs 8,34.
Según la Fundación Milenio, la fluctuación del precio de los alimentos es una muestra de que en estos años el poder de compra de las personas se ha visto disminuido, afectando su calidad de vida y que si bien los números macroeconómicos del país demuestran el buen estado de la economía hay otros indicadores micro que indican que por el efecto del clima o por las políticas económicas implementadas por el Gobierno, el estado financiero de los ciudadanos se encuentra desequilibrado, sin que los respectivos aumentos salariales logren un efecto estabilizador.
En una lista de 19 productos alimenticios emitida por el INE, se puede observar que la unidad de pan en diciembre de 2006 se vendía a Bs 0,30 (Santa Cruz) mientras que en el mismo mes de 2010 su costo llegó a los Bs 0,50 (66,7%), el kilo de la carne de res con hueso que en 2006 se ofrecía a Bs 12, a finales del año pasado su precio fue de Bs 38,50 (220,8%), el kilo res de primera hace cuatro años costaba Bs 19,50, en diciembre de 2010 su valor fue de Bs 39,50 (102,6%).
Por su parte, el titular del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Juan Carlos Rau, sostuvo que la variación constante del precio de los alimentos fue producto de que el campo fue ‘golpeado’ por los problemas climáticos (inundaciones y sequía) lo que provocó que la oferta de algunos productos fuera menor.
“Al tema clima se debe sumar que desde el Gobierno no se desarrolló un programa productivo que potencie al campo. No hubo asistencia técnica, ni financiera a gran escala, que permita mantener una oferta de los alimentos”, remarcó Rau.
Víctor Hugo Vásquez, viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, subrayó que pese a estas trabas, el Estado reaccionó y que a través de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) y de Insumos Bolivia (IB) se realizó un programa de importación de alimentos con el propósito de frenar su encarecimiento.
“Se importó harina de trigo, arroz, azúcar y maíz, con el objetivo de regular los precios y evitar que haya una escasez de los mismos. Los resultados fueron positivos, aunque a un principio por temas de logística y distribución el trabajo fue lento”, señaló Vásquez.
Sobre el encarecimiento de la carne de res, desde la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol) se informó de que en 2007 y 2008 las riadas provocaron grandes pérdidas al sector y que una de ellas fue la importante disminución del hato ganadero. Ese efecto, según la institución ganadera, se acentuó con la sequía de los periodos 2009-2010, afectando la capacidad de oferta de los ganaderos, lo que provocó un encarecimiento del kilo de carne.
Ante este panorama, Rau remarcó que si se hace una lectura desde los alimentos el incremento del salario fue ínfimo y su poder de compra quedó muy reducido.
La opinión
“Son cuatro los factores” Carlos Schlink - Analista
En el encarecimiento de los alimentos, son cuatro los factores que participan: el problema climático, la presión por cumplir la Función Económica Social (FES), el financiamiento y la falta de una política del Gobierno para incrementar a gran escala la superficie a cultivar.
Sin duda que la baja oferta de los alimentos y el aumento constante de su precio están relacionados a estos factores.
Por eso, es importante que desde el Gobierno se trabaje en los puntos de mejorar la seguridad jurídica y no presionar cada dos años a que se cumpla la FES.
Esto va a permitir a la banca tener confianza y destinar más recursos al agro. El apoyo financiero es fundamental si se quiere aumentar la superficie a sembrar, para ello el Gobierno es el principal actor en dar una buena señal.
Enlace : http://www.eldeber.com.bo/2011/2011-05-22/vernotaeconomia.php?id=110521174134
Según la Fundación Milenio, la fluctuación del precio de los alimentos es una muestra de que en estos años el poder de compra de las personas se ha visto disminuido, afectando su calidad de vida y que si bien los números macroeconómicos del país demuestran el buen estado de la economía hay otros indicadores micro que indican que por el efecto del clima o por las políticas económicas implementadas por el Gobierno, el estado financiero de los ciudadanos se encuentra desequilibrado, sin que los respectivos aumentos salariales logren un efecto estabilizador.
En una lista de 19 productos alimenticios emitida por el INE, se puede observar que la unidad de pan en diciembre de 2006 se vendía a Bs 0,30 (Santa Cruz) mientras que en el mismo mes de 2010 su costo llegó a los Bs 0,50 (66,7%), el kilo de la carne de res con hueso que en 2006 se ofrecía a Bs 12, a finales del año pasado su precio fue de Bs 38,50 (220,8%), el kilo res de primera hace cuatro años costaba Bs 19,50, en diciembre de 2010 su valor fue de Bs 39,50 (102,6%).
Por su parte, el titular del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Juan Carlos Rau, sostuvo que la variación constante del precio de los alimentos fue producto de que el campo fue ‘golpeado’ por los problemas climáticos (inundaciones y sequía) lo que provocó que la oferta de algunos productos fuera menor.
“Al tema clima se debe sumar que desde el Gobierno no se desarrolló un programa productivo que potencie al campo. No hubo asistencia técnica, ni financiera a gran escala, que permita mantener una oferta de los alimentos”, remarcó Rau.
Víctor Hugo Vásquez, viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, subrayó que pese a estas trabas, el Estado reaccionó y que a través de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) y de Insumos Bolivia (IB) se realizó un programa de importación de alimentos con el propósito de frenar su encarecimiento.
“Se importó harina de trigo, arroz, azúcar y maíz, con el objetivo de regular los precios y evitar que haya una escasez de los mismos. Los resultados fueron positivos, aunque a un principio por temas de logística y distribución el trabajo fue lento”, señaló Vásquez.
Sobre el encarecimiento de la carne de res, desde la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol) se informó de que en 2007 y 2008 las riadas provocaron grandes pérdidas al sector y que una de ellas fue la importante disminución del hato ganadero. Ese efecto, según la institución ganadera, se acentuó con la sequía de los periodos 2009-2010, afectando la capacidad de oferta de los ganaderos, lo que provocó un encarecimiento del kilo de carne.
Ante este panorama, Rau remarcó que si se hace una lectura desde los alimentos el incremento del salario fue ínfimo y su poder de compra quedó muy reducido.
La opinión
“Son cuatro los factores” Carlos Schlink - Analista
En el encarecimiento de los alimentos, son cuatro los factores que participan: el problema climático, la presión por cumplir la Función Económica Social (FES), el financiamiento y la falta de una política del Gobierno para incrementar a gran escala la superficie a cultivar.
Sin duda que la baja oferta de los alimentos y el aumento constante de su precio están relacionados a estos factores.
Por eso, es importante que desde el Gobierno se trabaje en los puntos de mejorar la seguridad jurídica y no presionar cada dos años a que se cumpla la FES.
Esto va a permitir a la banca tener confianza y destinar más recursos al agro. El apoyo financiero es fundamental si se quiere aumentar la superficie a sembrar, para ello el Gobierno es el principal actor en dar una buena señal.
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