Hasta el tercer trimestre de este año, el superávit fiscal llega a 7.007 millones de bolivianos. Ante esta situación, analistas sugieren al Gobierno no expandir el gasto en salarios para evitar presiones inflacionarias el próximo año.
Según datos oficiales del Ministerio de Economía, en el primer trimestre la diferencia positiva entre ingresos y gastos fue de 3.192 millones de bolivianos, en el segundo trimestre, de 1.506 millones de bolivianos, y en el tercer trimestre fue de 2.088 millones de bolivianos.
Hasta julio el Tesoro General del Estado (TGE) registró un superávit acumulado de 2.081,7 millones de bolivianos.
La semana pasada, el Ministerio de Economía informó en un comunicado que el aumento salarial para la gestión 2012 se encuentra en evaluación junto a la elaboración del Presupuesto General del Estado 2012.
El lunes 17 de octubre, el ministro de Economía, Luis Arce, indicó a los medios de comunicación que debido a que en la gestión 2011 se registraron gastos no programados -como el aumento salarial del 1%, adicional al 10%-, el Tesoro podría registrar un déficit fiscal y que el monto del incremento salarial para el próximo año se determinará en el Presupuesto 2012.
Aclaró que a diferencia del TGE, los gobiernos municipales y departamentales registrarán superávit fiscal el próximo año.
El ex presidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Armando Méndez considera que nunca en su historia económica el país obtuvo tan buenos resultados en materia fiscal.
Estos recursos son un ahorro para el país y el TGE los puede utilizar cuando haya caída de ingresos fiscales.
Añadió que en los últimos cinco años el país logró acumular recursos por 30.000 millones de bolivianos.
Según Méndez, más que problemas fiscales, el próximo año el Gobierno debe preocuparse por la inflación porque si se pone generoso y aumenta demasiado los salarios, los precios pueden volver a incrementarse.
A mayor capacidad de gasto de la gente, los valores de los productos, sobre todo alimenticios, se incrementan y por lo tanto inciden en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Por su parte, el ex presidente del Colegio de Economistas Teófilo Caballero señaló que en 2012 no puede haber incrementos salariales irracionales y el reajuste debería tomar en cuenta sólo el 6% que se prevé de inflación.
“Bolivia tiene un problema, hay contracción en la oferta productiva, inflación importada, fenómenos climáticos y hay mucha cantidad de dinero circulando; un aumento salarial irracional puede tener impactos inflacionarios”, advirtió.
Sin embargo, recordó que el superávit en las cuentas fiscales del país es fruto de la baja ejecución presupuestaria y mejora de ingresos por recaudaciones, no por políticas de austeridad.
Enlace : http://www.paginasiete.bo/2011-10-25/Economia/Destacados/10eco01-251011.aspx
Según datos oficiales del Ministerio de Economía, en el primer trimestre la diferencia positiva entre ingresos y gastos fue de 3.192 millones de bolivianos, en el segundo trimestre, de 1.506 millones de bolivianos, y en el tercer trimestre fue de 2.088 millones de bolivianos.
Hasta julio el Tesoro General del Estado (TGE) registró un superávit acumulado de 2.081,7 millones de bolivianos.
La semana pasada, el Ministerio de Economía informó en un comunicado que el aumento salarial para la gestión 2012 se encuentra en evaluación junto a la elaboración del Presupuesto General del Estado 2012.
El lunes 17 de octubre, el ministro de Economía, Luis Arce, indicó a los medios de comunicación que debido a que en la gestión 2011 se registraron gastos no programados -como el aumento salarial del 1%, adicional al 10%-, el Tesoro podría registrar un déficit fiscal y que el monto del incremento salarial para el próximo año se determinará en el Presupuesto 2012.
Aclaró que a diferencia del TGE, los gobiernos municipales y departamentales registrarán superávit fiscal el próximo año.
El ex presidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Armando Méndez considera que nunca en su historia económica el país obtuvo tan buenos resultados en materia fiscal.
Estos recursos son un ahorro para el país y el TGE los puede utilizar cuando haya caída de ingresos fiscales.
Añadió que en los últimos cinco años el país logró acumular recursos por 30.000 millones de bolivianos.
Según Méndez, más que problemas fiscales, el próximo año el Gobierno debe preocuparse por la inflación porque si se pone generoso y aumenta demasiado los salarios, los precios pueden volver a incrementarse.
A mayor capacidad de gasto de la gente, los valores de los productos, sobre todo alimenticios, se incrementan y por lo tanto inciden en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Por su parte, el ex presidente del Colegio de Economistas Teófilo Caballero señaló que en 2012 no puede haber incrementos salariales irracionales y el reajuste debería tomar en cuenta sólo el 6% que se prevé de inflación.
“Bolivia tiene un problema, hay contracción en la oferta productiva, inflación importada, fenómenos climáticos y hay mucha cantidad de dinero circulando; un aumento salarial irracional puede tener impactos inflacionarios”, advirtió.
Sin embargo, recordó que el superávit en las cuentas fiscales del país es fruto de la baja ejecución presupuestaria y mejora de ingresos por recaudaciones, no por políticas de austeridad.
Enlace : http://www.paginasiete.bo/2011-10-25/Economia/Destacados/10eco01-251011.aspx
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