La primera cumbre campesina demandó al Gobierno boliviano mayores recursos e infraestructura para proveer el 70% de alimentos a capitales y ciudades intermedias.
La sequía en Estados Unidos, los desastres climáticos, la especulación financiera, la volatilidad en los mercados agrícolas y la orientación de cultivos a los biocombustibles son los principales fenómenos que profundizan la crisis alimentaria y la subida de precios de algunos productos, tal es el caso de los fideos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de las instancias encargadas de este tema, señaló recientemente que “la situación actual en los mercados mundiales de los alimentos, caracterizada por un fuerte aumento en los precios del maíz, el trigo y la soja, ha hecho aumentar el temor de una repetición de la crisis alimentaria de 2007-2008”.
LOS EXPERTOS SE PRONUNCIAN. El V Seminario de Actualización, Crisis, Seguridad y Soberanía Alimentaria organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que concluirá en octubre, detectó que los cinco fenómenos configuran una nueva tendencia en el alza de precios de granos básicos y plantean un escenario mundial incierto ante la crisis alimentaria, según el informe de la organización Alianzatex. Al igual que en Bolivia, las consecuencias fueron el incremento de precios de algunos productos de la canasta familiar como la harina y el fideo, pero también impacta en los recursos naturales, el abandono y deterioro de tierras cultivables.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dice que “a mediados de 2008 los precios de los alimentos en los mercados internacionales habían alcanzado su nivel más alto de casi 30 años. El doble revés de los precios altos de los alimentos y la desaceleración económica empuja a más de 100 millones de personas hacia la pobreza y el hambre”.
La SALIDA ESTÁ EN LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES. El presidente de la Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas Campesinas (CIOEC), Carlos León Chachahuayna, señala que la salida para enfrentar esta crisis es el fortalecimiento de las pequeñas unidades que actualmente proveen el 30 por ciento de alimentos a las capitales y las ciudades intermedias. Dicen que con un apoyo decidido por parte del Gobierno pueden llegar al 70 por ciento, con productos a bajo precio y sin el uso de químicos.
Este sector elabora alimentos con alto valor nutritivo para los desayunos escolares y el subsidio de lactancia, aunque están seguros que pueden dar mucho más para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria. Este sector decidió vender sus productos de forma directa al consumidor con microferias en los barrios de la ciudad de La Paz, de tal forma que una arroba de papa que cuesta en los mercados a 35, es ofertado a tan sólo 25 bolivianos.
LOS PRODUCTORES CAMPESINOS SE QUEJAN DE QUE LA BANCA LES EXIGE MUCHOS REQUISITOS PARA OTORGARLES UN CRÉDITO.
El precio de la harina se estabiliza, pero el fideo sigue en alza. Según los registros del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras se percibe que el precio del quintal de harina se estabilizó entre los 207 y 210 bolivianos, luego de que su precio subiese hasta en 50 bolivianos, debido al incremento en el precio del trigo, a causa de la sequía en Estados Unidos.
LAS VARIACIONES DE LA HARINA. En diciembre de 2010, el quintal de harina se vendía en 197 bolivianos como precio máximo y 193 como precio mínimo. Subió hasta los 225 y actualmente el Gobierno registra un precio de 208 bolivianos el quintal.
EL FIDEO SIGUE EN ALZA. El informe del Gobierno señala que en diciembre de 2010 la bolsa de una arroba de fideo se vendía en 63,50 bolivianos en la calle Sebastían Segurola. El registro del 19 de septiembre, en el mismo lugar, señala que la misma cantidad llegó a costar 67 bolivianos.
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