El estudio será publicado en el libro “El cacao en Bolivia. Una alternativa económica de base campesina indígena”, elaborado por Coraly Salazar y Oscar Bazoberry.
Con información actualizada hasta el 2007, los investigadores encuentran que los municipios por lo general aprovechan dos tipos de cacao: el propiamente cultivado y el silvestre.
En un ranking elaborado en la referida investigación, se determinó que los municipios de Palos Blancos y Caranavi, La Paz, son los mayores productores de cacao cultivado, con cinco mil hectáreas; mientras que en el municipio beniano de Baures se tiene una extensión de más de cinco mil hectáreas de cacao silvestre.
En declaraciones a Enlared-Onda Local, la investigadora Coraly Salazar señala que en base al actual potencial de la producción de cacao, se puede decir que dentro de dos años ya se podría satisfacer la demanda de todo el mercado nacional; esto si existe una adecuada promoción de este producto.
“En dos años las hectáreas identificadas cultivadas podrían entrar en etapa de producción, porque el cacao requiere como de tres a cinco años de crecimiento para recién empezar a dar frutos; entonces sí se podría tener todo ese potencial, la industria nacional se vería abarrotada de productos”, destacó Salazar.
Un tema que requiere especial atención, insiste Salazar, es la calidad del cacao como materia prima para la fabricación de chocolate: “la calidad de la materia prima no es de las mejores, los empresarios de los chocolates tienen mucho reparo en la materia prima nacional, y ellos (los empresarios) tienen que poner su parte para poder dar los lineamientos, para saber cuál es la calidad que requiere el grano y apoyar su producción”.
El estudio elaborado por CIPCA, además, plantea algunas tareas y lineamientos de política pública de apoyo a la producción de cacao que pueden asumir el gobierno nacional, las prefecturas y los municipios.
Una alternativa de aprovechamiento del fruto, por ejemplo, es el uso del cacao local en la elaboración del desayuno escolar; apoyando y mejorando la actual producción artesanal que se hace de chocolate.
Finalmente, Coraly Salazar añadió que el estudio además sirvió para identificar a los principales actores de la producción de cacao: familias campesinas indígenas y comunidades, organizaciones sociales y de productores, instituciones de fomento y apoyo, empresas de comercialización y transformación y, finalmente, el Estado en sus distintos niveles, nacional, departamental y municipal.
Con información actualizada hasta el 2007, los investigadores encuentran que los municipios por lo general aprovechan dos tipos de cacao: el propiamente cultivado y el silvestre.
En un ranking elaborado en la referida investigación, se determinó que los municipios de Palos Blancos y Caranavi, La Paz, son los mayores productores de cacao cultivado, con cinco mil hectáreas; mientras que en el municipio beniano de Baures se tiene una extensión de más de cinco mil hectáreas de cacao silvestre.
En declaraciones a Enlared-Onda Local, la investigadora Coraly Salazar señala que en base al actual potencial de la producción de cacao, se puede decir que dentro de dos años ya se podría satisfacer la demanda de todo el mercado nacional; esto si existe una adecuada promoción de este producto.
“En dos años las hectáreas identificadas cultivadas podrían entrar en etapa de producción, porque el cacao requiere como de tres a cinco años de crecimiento para recién empezar a dar frutos; entonces sí se podría tener todo ese potencial, la industria nacional se vería abarrotada de productos”, destacó Salazar.
Un tema que requiere especial atención, insiste Salazar, es la calidad del cacao como materia prima para la fabricación de chocolate: “la calidad de la materia prima no es de las mejores, los empresarios de los chocolates tienen mucho reparo en la materia prima nacional, y ellos (los empresarios) tienen que poner su parte para poder dar los lineamientos, para saber cuál es la calidad que requiere el grano y apoyar su producción”.
El estudio elaborado por CIPCA, además, plantea algunas tareas y lineamientos de política pública de apoyo a la producción de cacao que pueden asumir el gobierno nacional, las prefecturas y los municipios.
Una alternativa de aprovechamiento del fruto, por ejemplo, es el uso del cacao local en la elaboración del desayuno escolar; apoyando y mejorando la actual producción artesanal que se hace de chocolate.
Finalmente, Coraly Salazar añadió que el estudio además sirvió para identificar a los principales actores de la producción de cacao: familias campesinas indígenas y comunidades, organizaciones sociales y de productores, instituciones de fomento y apoyo, empresas de comercialización y transformación y, finalmente, el Estado en sus distintos niveles, nacional, departamental y municipal.
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