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domingo, 19 de junio de 2011

Transgénicos. La nueva ley no colma las expectativas del agro




Cuando vaya al supermercado o a los mercados, es muy probable que encuentre comida común en versiones orgánicas y transgénicas. Todavía pocas personas conocen la diferencia. En Bolivia, la aprobación del proyecto de ley de revolución productiva, comunitaria y agropecuaria otra vez puso a los transgénicos en la mesa de discusión. Los agricultores creen que la norma, aprobada ayer por el Senado, todavía es insuficiente.

Un alimento transgénico es el que resulta de la combinación de genes diferentes que permiten una mejoría cuantitativa y cualitativa en su producción. Son Organismos Genéticamente Modificados (OGM). Están en el país desde 2005.

Demetrio Pérez, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), indicó que el acceso a la tecnología moderna con el uso de transgénicos es una necesidad urgente para aumentar la productividad de los cultivos. “No podemos quedar rezagados a los avances tecnológicos de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, donde existe apertura al uso de esta tecnología y con la cual están creciendo en niveles de producción”, señaló.
Además, mencionó que los efectos del cambio climático son una realidad, y el uso de esta tecnología es una herramienta para mitigar el impacto en la producción de alimentos.

“Nuestra posición en este tema es productiva, no ideológica. Como productores, necesitamos contar con esta herramienta tecnológica para producir más y ser más eficientes”, dijo.
De acuerdo con los informes de Anapo, la soya transgénica resistente al glifosato, les permite ser más competitivos.

Los técnicos de la entidad explicaron que antes de usar las semillas genéticamente modificadas, los productores tenían que ‘experimentar’ hasta con cuatro herbicidas para controlar las malezas, pero ahora solo utilizan glifosato, un producto que es inocuo para la salud humana.

Otra de las ventajas es el costo porque en vez de gastar $us 72 por hectárea (ha) en herbicidas ahora solo gastan $us 12 por ha.

Fernando Asturizaga, asesor legal de Anapo, dijo que destacaban la apertura del Gobierno en biotecnología, pero que lamentan que se cierre a la producción de maíz transgénico.
La papa, uno de los productos de mayor consumo en Bolivia, también es parte del debate. El rendimiento promedio de papa en Bolivia es de 6 toneladas por ha, mientras la media de Sudamérica es de 12 y de los países desarrollados de mas de 20 toneladas por ha. Para la Fundación de Promoción e Investigación de Productos Andinos (Proinpa) los bajos rendimientos de papa tienen su origen en la proliferación de hongos, bacterias, virus y nematodos e insectos, como el gorgojo y la polilla, que pueden ser combatidos con la papa transgénica.

Sin embargo, el Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (Cenda) se resiste a la posibilidad e insiste en que la baja producción se debe a la calidad de la semilla mejorada.

Gonzalo Ávila, investigador de la Fundación Patiño, señaló que en Cochabamba trabajan con cereales y leguminosas, pero no han incorporado transgénicos porque así lo decidieron. “No es por temor a esa tecnología porque sabemos que se usa en EEUU y que su consumo continuo puede provocar alergias, pero no es incontrolable”, dijo. Afirmó que llevan adelante el trabajo de mejoramiento genético para la producción en maíz, arveja, haba, frejol y vainitas.

La nueva ley de revolución productiva establece un régimen de control de la producción, importación y comercialización de productos genéticamente modificados. En otras palabras, se legaliza por primera vez el uso de transgénicos en el país.

El proyecto de ley hace viable la importación y comercialización de transgénicos, siempre y cuando no ponga en riesgo el patrimonio genético de Bolivia.

Sobre este tema, la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Ana Teresa Morales, insistió en que se debe hacer una ley de transgénicos para regularlos. Sobre el maíz importado de origen transgénico, sostuvo que se hizo porque el país estaba en emergencia.

En marzo, el Gobierno admitió que en el país se consumen alimentos transgénicos que ingresan vía importación e incluso se producen, a pesar de que la Constitución lo prohíbe.
El ministro de Economía, Luis Arce, en su momento, reconoció que ingresa papa transgénica de Argentina y muchos otros productos.

En la víspera, la Gobernación de Santa Cruz también reclamó porque no participó en el debate de la norma mencionada. El secretario departamental de Desarrollo, Raúl Barroso, sostuvo que la ley vulnera competencias de las administraciones departamentales y que es peligroso separar a los productores entre pequeños, medianos y grandes porque atenta contra la seguridad alimentaria.

Los senadores sancionaron la norma
El pleno de la Cámara de Senadores sancionó ayer en la madrugada el proyecto de ley de revolución productiva, comunitaria y agropecuaria, por lo que se espera su promulgación por parte del Órgano Ejecutivo.
“Habiéndose agotado el procedimiento legislativo tanto en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores en sus dos estaciones en grande y detalles, sancionamos el proyecto de ley y remítase a efectos constitucionales al Órgano Ejecutivo, para su promulgación", dijo el presidente de esta instancia camaral, René Martínez (MAS).
Para el senador Isaac Ávalos (MAS) la norma posibilita brindar un respaldo a la actividad agrícola de los pequeños productores, lo que la hace histórica a comparación de otras leyes aprobadas en otros gobiernos en las que se priorizaba la ayuda para los grandes empresarios.
“Esta ley te da prioridades, semillas, insumos, te da crédito, maquinaria, es decir te da posibilidad de seguir produciendo, o sea es una ley histórica para nosotros”, mencionó el legislador.

Al respecto, el vicepresidente Álvaro García Linera indicó que la norma será promulgada el próximo martes, día en que se celebra el año nuevo aimara.
La norma, entre alguna de sus características, garantiza la producción de los alimentos nacionales, protege la industria agropecuaria, al productor campesino y al consumidor. Asimismo, permite la conversión de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos en una sociedad mixta

La experiencia en otros países
Argentina Más eventos que en los 90
La firma Syngenta acaba de presentar un maíz resistente a varios insectos tras la aprobación, por parte del Ministerio de Agricultura de Argentina, de su gen MIR162. Se trata de uno más en la lista de genes aprobados en el último año y medio, periodo en el que se habilitaron para la siembra más transgénicos que en toda la década del 90, según el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso./elcronista.com.ar

Brasil Mayor tasa de adopción
El último estudio realizado sobre adopción de cultivos transgénicos en Brasil, llevado a cabo por la consultora Céleres, revela que las tres cuartas partes de la soya y más de la mitad del maíz sembrado en la campaña 2010/2011 serán transgénicas. Considerando también el área cultivada con algodón, y el maíz, Brasil alcanzaría así la tasa de adopción más alta registrada en la historia del país./antama.org

Chile Avala ley para cultivar OGM
El Ministerio de Agricultura de Chile asegura que los transgénicos no causan daños a la salud humana, y, por lo mismo, presentó un proyecto de ley para regularizar la situación de estos cultivos en ese país. Lo que busca el proyecto es promover el cultivo y la venta de estos vegetales en Chile, y, según parece, se cuenta con un apoyo casi unánime del Senado.

Perú Lima, libre de transgénicos
La ciudad de Lima, con unos ocho millones de habitantes, fue declarada zona libre de transgénicos y de organismos genéticamente modificados con el objetivo de proteger la salud de la población y preservar el medioambiente. El pleno del Concejo de la Municipalidad de Lima, presidida por su alcaldesa Susana Villarán, aprobó en sesión declarar a la ciudad territorio libre de transgénicos./AFP

Algunas diferencias de origen
Alimentos orgánicos
Cultivo. Se producen sin ningún tipo de fertilizantes, herbicidas o pesticidas. Si se utilizan deben ser de origen orgánico.

Composición. Es mito que contengan más vitaminas y minerales que las versiones regulares. Esto porque no tienen aditivos, ni tampoco otro tipo de elementos que influyan en su producción.

Sabor. Tienen sabor real y auténtico, por lo que son excelentes opciones para la buena cocina. Asimismo, se nota una diferencia en la textura y color porque son cuidados desde el momento de la siembra.

Precio. Son caros porque es más costoso producirlos.

Alimentos transgénicos
Cultivo. Estos alimentos no nos libran de los pesticidas y sus posibles riesgos. La resistencia a algunos herbicidas es la ventaja cuantitativa porque se producen más cantidades.

Rendimiento. Han salvado a la humanidad de grandes hambrunas debido a que resisten a las malezas, herbicidas e incluso gusanos.

Sabor. Por ser genéticamente modificados, su sabor puede no ser tan rico, como las manzanas gigantes que saben a cartón o las uvas que carecen de dulce, pero tienen un mayor tamaño que las convencionales.

Precio. Las mejoras genéticas hacen que sean más baratos de producir y vender.

En números
El gasto en herbicidas $us 72 gastaban los soyeros por hectárea, ahora redujeron su costo a $us 12 por hectárea, lo que les permite reducir su costo de producción y dejar de experimentar con los productos

Precio en $us 510 se cotiza la tn de soya en la Bolsa de Chicago. En Anapo indicaron que la industria nacional a la hora de comprarles no diferencia si la soya es transgénica u orgánica

Alimentos con OGM 50, alimentos que están en la mesa de los bolivianos son transgénicos, según datos de Greenpeace y del Foro Boliviano de Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade)

En millones de hectáreas
148 Según datos publicados por elIBCE, los cultivos con semillas transgénicas subieron de 1,7 millones de hectáreas en 1996 a 148 millones de ha en 2010 en todo el mundo

La opinión
“Existe una ausencia de decisiones audaces ”Centro de Inv. para Des. Campesino (Cipca)
La primera pregunta obvia es ¿qué tiene de revolucionaria esta propuesta de ley? Pueden ser muchas las respuestas, pero no destaca ningún elemento novedoso. Más revolucionaria nos pareció la decisión del presidente de asignar $us 300.000 por municipio para el tema agua (riego y agua potable), no se sabe si tenía en mente algunas metas, como por ejemplo el incremento de la superficie a regar, y habrá que ver cómo se ejecutan finalmente esos recursos, cuánto se destina a la producción, etc.
Estos recursos pueden alcanzar para regar unas 80 a 100 hectáreas nuevas, con proyectos de microriego; pero si los gobiernos municipales tienen la capacidad de conseguir recursos de contraparte, de al menos hasta 3 veces -según dicta la experiencia de los mejores gestores-, la superficie podría alcanzar hasta 300 hectáreas o más, siempre dependiendo del tipo de obra.

Hay temas altamente sensibles, como los transgénicos, pero también ausencia de decisiones audaces y contundentes, como en lo económico financiero.

El título de la propuesta de ley hace referencia a un solo actor de la economía plural: comunitario; pero en algunas partes del contenido incluye a todos los actores, y esto es bueno porque debe ser para todos los actores de la economía plural, pero con atención diferenciada. Por ello valdría la pena dejar el título de manera más general.
No se hace referencia en absoluto al tema de la distribución de la tierra y el acceso a otros recursos naturales como el bosque y el agua, que son fundamentales si queremos avanzar hacia la seguridad alimentaria del país. Tampoco se dice nada acerca de la ampliación de la frontera agrícola, del cumplimiento de la Función Económica Social y el PLUS como criterio para el uso de suelos con fines productivos o para acceder al seguro agrícola, etc. Pese al esfuerzo e intención, no queda clara y explícita la opción por los pequeños productores, campesinos indígenas, productores de la agricultura familiar, etc. como actores importantes, aunque no únicos, para garantizar la seguridad alimentaria.

La opinión
“Los OGM, otra vez en la mesa de discusión” Róger Carvajal.Probioma
Ante la solicitud de algunos productores de Santa Cruz para que se autorice la introducción y siembra de maíz transgénico, bajo el argumento de un mejor rendimiento que permita cubrir la demanda actual -que, según ellos, no se cubrirían con las variedades convencionales-, se incorpora nuevamente en la agenda pública de debate el tema de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM).
Indudablemente, la transgénesis es un procedimiento biotecnológico que ha representado un importante avance en la obtención de recursos biológicos especialmente para la salud humana. Tal es el caso de la producción de insulina y de citoquinas en bacterias o de anticuerpos en habas.

En el caso de los alimentos llamados transgénicos, el panorama es diferente, se incorporan genes de otras especies en las especies de consumo alimentario, tal es el caso del gen Bt de una bacteria que codifica para una toxina que mata a los insectos; esta toxina está presente en el alimento y cuando éste es atacado por el insecto, en sus diferentes fases evolutivas, se producen daños severos en su intestino. Este en el caso del maíz (Maíz Bt) planta transgénica resistente al ataque de las larvas de los dípteros
El otro caso relevante es el de las variedades de soya o maíz en las que se incorpora un gen que las hace resistentes a un herbicida (glifosato). Este gen también proviene de una bacteria y codifica para una enzima (Shikimato-sintasa) que sustituye a la original de la planta y no interactúa con el herbicida, a diferencia de la enzima natural que sí lo hace.
Al aplicar el glifosato a las plantas ‘normales’ todas mueren excepto la variedad transgénica que ahora es resistente al glifosato. Como efecto de este hecho se reduce el empleo de mano de obra para el deshierbado dentro la siembra y cosecha de soya o maíz. Ambos productos son provistos por la misma empresa. En resumen, los alimentos transgénicos sintetizan moléculas que son ajenas tanto a la especie productora del alimento como a la especie que lo consume. Estas moléculas están mezcladas con el conjunto de los componentes de dichos alimentos y así se ingieren. Asimismo, no es posible saber si el gen incorporado solo produce estas moléculas.

Enlace : http://www.eldeber.com.bo/2011/2011-06-19/vernotaeconomia.php?id=110618192429

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